
En los últimos cuatro años, la responsabilidad social y ambiental se han convertido en un tema crucial para las empresas de todo el mundo. Igualmente, el sector empresarial en Latinoamérica ha mostrado un fuerte compromiso por la sostenibilidad, lo que se ha traducido en importantes inversiones en emprendimientos y tecnologías verdes. Debido a esto, la innovación responsable y la tecnología se han convertido en herramientas fundamentales para el desarrollo sostenible.
Según el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), Latinoamérica está liderando la implementación de prácticas sostenibles a nivel mundial. La inversión en tecnologías verdes y sostenibles entre el 2017 y el 2021 ha crecido un 30%, alcanzando los $2.4 billones en 2020, con proyecciones de seguir creciendo aceleradamente. En 2021, México anunció su compromiso de alcanzar el 35% de energías renovables de su matriz para 2024, y Brasil ha implementado políticas ambiciosas para fomentar la energía eólica y solar. Las empresas latinoamericanas están invirtiendo en soluciones para la agricultura regenerativa, la gestión de residuos, y la movilidad urbana, entre otros aspectos. Estas inversiones están ayudando a crear nuevos empleos y oportunidades, mientras se aborda el impacto ambiental de las operaciones.
Este crecimiento se ha visto reflejado en la aparición de numerosas empresas y emprendimientos que buscan desarrollar productos y servicios que proponen soluciones innovadoras y responsables a distintas problemáticas, generando un ecosistema de incubación. Por ejemplo, en México, la empresa Échale a Tu Casa ha logrado construir más de 30,000 hogares sostenibles para comunidades marginadas en los últimos cuatro años. Por otro lado, la incubadora peruana Emprende UP ha invertido en más de 40 startups enfocadas en soluciones sostenibles y responsables en los últimos cuatro años.
Otro ejemplo de emprendimiento en la región es el de la empresa colombiana Conceptos Plásticos, que ha desarrollado un proceso de reciclaje innovador para la construcción de viviendas sostenibles utilizando plásticos reciclados. Desde su fundación en 2012, la empresa ha construido más de 1,000 viviendas en Colombia y México.
El compromiso de las empresas latinoamericanas con la innovación responsable y la tecnología también se ha visto reflejado en importantes inversiones en infraestructura y transporte sostenibles. En Brasil, el sector privado ha invertido más de $8 billones en proyectos de transporte público sostenibles en los últimos cuatro años. Además, la empresa chilena Enel X ha invertido más de $300 millones en infraestructura de carga para vehículos eléctricos en toda la región.
Por su parte, el Sistema B, una iniciativa que se originó en Chile en 2012 y se ha expandido a toda Latinoamérica como un modelo empresarial que promueve el desarrollo sostenible, ha tenido un impacto significativo en la economía. En 2020, había más de 1.000 empresas certificadas en Latinoamérica, lo que representó un crecimiento del 13% con respecto al año anterior, generaron más de 500.000 empleos en la región, han tenido una tasa de crecimiento anual promedio del 23% y una tasa de rentabilidad del 5% con más de $9.500 MM USD en ingresos anuales.
Un ejemplo es la empresa mexicana Ecoshell, certificada como empresa B desde 2015, dedicada a la fabricación de productos de construcción sostenibles, utilizando materiales reciclados y procesos de producción eficientes en energía y recursos. La compañía ha desarrollado una tecnología innovadora que utiliza residuos de vidrio y plástico para fabricar paneles de construcción sostenibles y resistentes. Gracias a esta innovación, han logrado reducir sus emisiones de CO2 en un 80% y han ahorrado un 30% en costos de producción.
Otro ejemplo es la empresa argentina de cosméticos, Romy Paris, que ha implementado una estrategia de innovación responsable centrada en la reducción de residuos, la elección de ingredientes naturales y la utilización de energías renovables. Como resultado, la empresa ha logrado un crecimiento anual del 45% en sus ingresos desde 2017.
Otro factor relevante que impulsa este crecimiento es el acceso a productos financieros y préstamos. Las empresas certificadas del Sistema B tienen una mayor facilidad para acceder a opciones de financiamiento y a capital de inversión. Un estudio de la Universidad de Oxford encontró que las empresas B tienen una tasa de aprobación de préstamos un 20% más alta que las empresas tradicionales. Esta es una clara señal que no solo están generando un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, sino que también están obteniendo resultados financieros sólidos y que el mercado está validando el modelo de desarrollo sostenible.
En términos generales, el fuerte compromiso de las empresas latinoamericanas con la responsabilidad social y ambiental, la innovación y la sostenibilidad está liderando el desarrollo mundial, contribuyendo a un futuro más sostenible y equitativo con implicaciones importantes no solo para la región, sino para el mundo. Al invertir en tecnologías verdes, innovación responsable y prácticas sostenibles, las empresas están creando nuevas oportunidades económicas y paralelamente abordando algunos de los desafíos ambientales y sociales más apremiantes de nuestro tiempo. Esperemos que el éxito de empresas e iniciativas como Échale a Tu Casa, Conceptos Plásticos, Enel X, Romy Paris, Ecoshell y otras del Sistema B sirva de inspiración para que otras empresas y Startups sigan el ejemplo y adopten la innovación responsable y prácticas sostenibles.