La tecnología se ha convertido en una herramienta clave para la innovación responsable en Latinoamérica. Las empresas Triple Impacto del Sistema B, una iniciativa que se originó en Chile en 2012 y se ha expandido a toda Latinoamérica como un modelo empresarial que promueve la sostenibilidad y el impacto social y ambiental positivo, han adoptado varias tecnologías para mejorar su eficiencia operativa, aumentar la transparencia y ofrecer productos y servicios innovadores.

La Inteligencia Artificial (IA) ha sido una de las tecnologías más importantes adoptadas por las empresas Triple Impacto del Sistema B en Latinoamérica. La IA ha permitido a las empresas identificar patrones en grandes cantidades de datos para mejorar la toma de decisiones y optimizar procesos. Por ejemplo, la empresa colombiana de energía renovable, EPSA, utiliza la IA para predecir la generación de energía y mejorar la eficiencia en la gestión de la red eléctrica. También, la empresa brasileña de tecnología agrícola, Agrosmart, utiliza la IA para monitorear el clima y predecir el rendimiento de los cultivos, lo que permite una mejor gestión de los recursos y una mayor productividad.
Otra tecnología que ha ganado importancia es el Blockchain. Esta de registro distribuido permite la creación de registros permanentes e inmutables de transacciones y ofrece una forma segura y transparente de almacenar y compartir información, lo que permite una mayor transparencia y trazabilidad en las cadenas de suministro. En el sector de la alimentación, la startup chilena, Algramo, utiliza Blockchain para rastrear la cadena de suministro y garantizar la calidad y la sostenibilidad de sus productos. Similarmente la empresa argentina La Comunidad Hermanos de Peces, que produce y comercializa pescado de manera sustentable, utiliza Blockchain para proporcionar información detallada sobre la fuente y el método de producción de sus productos.
Además de la IA y Blockchain, el Internet de las cosas (IoT) y Big Data también son tecnologías que están siendo adoptadas por las empresas para mejorar su eficiencia operativa y ofrecer productos y servicios innovadores.

El IoT permite a las empresas conectarse y recopilar datos de sensores y dispositivos en tiempo real, lo que permite una mayor eficiencia en la producción y la gestión de la cadena de suministro. Por ejemplo, la empresa brasileña Semear, que produce alimentos orgánicos, utiliza sensores IoT para monitorear las condiciones de crecimiento de sus cultivos y optimizar el uso del agua y los recursos. Algramo también utiliza tecnología IoT para monitorear y optimizar la distribución de sus productos en máquinas expendedoras inteligentes, lo que les ha permitido reducir los costos de logística y minimizar el desperdicio de alimentos.
Por último, el Big Data también es una herramienta importante. Esta tecnología permite a las empresas recopilar y analizar grandes cantidades de información para mejorar la toma de decisiones y la eficiencia operativa. Por ejemplo, la empresa colombiana Conceptos Plásticos utiliza el Big Data para analizar los patrones de uso de sus ladrillos ecológicos y ajustar su producción en consecuencia. También la empresa mexicana de transporte público, MiBus, utiliza el Big Data para monitorear el desempeño de su flota y mejorar la experiencia de los usuarios. Gracias a esta tecnología, la empresa ha logrado reducir el tiempo de espera de los usuarios y optimizar las rutas de transporte, lo que ha mejorado la calidad del servicio y reducido los costos operativos.
La innovación responsable está impulsando el crecimiento económico en todo el mundo, reduciendo los costos operativos y mejorando la eficiencia, y abordando los desafíos ambientales y sociales más apremiantes del mundo. En América Latina, la inversión de impacto está creciendo rápidamente, con un enfoque en sectores como la educación, la salud, el acceso a servicios financieros y la inclusión social. Los startups y las empresas Triple Impacto del Sistema B están liderando este cambio hacia una economía más sostenible y responsable, y están creando nuevas oportunidades para el crecimiento económico en toda la región.